Sumario: Se rechaza una acción de daño temido, toda vez que la actora no procuró conjurar un peligro que proviene de un edificio u otra cosa cercana a sus bienes, sino de reparar los deterioros ya provocados en el ámbito de la propiedad horizontal.

Sumarios:
La acción de daño temido no es el marco apropiado para discutir la responsabilidad por los daños y perjuicios que se dicen causados —que deberán ser canalizados en un proceso de conocimiento pleno— sino que se trata es de conjurar un daño inminente o que ha comenzado a producirse, cuya solución no admite ninguna demora, y que se agota con la adopción de las medidas apropiadas para neutralizarlo. De modo tal que no procura asegurar el cumplimiento de una futura sentencia favorable o bien para ejecutar una decisión ya recaída en un determinado expediente, sino de una acción que comienza y finaliza con la adopción de esa protección y con la aplicación de recaudos tales que eviten el acontecimiento de un daño futuro.
La denuncia de daño temido que regula el art. 623bis del Código Procesal es una medida cautelar propia, tendiente a la protección de los bienes muebles o inmuebles de los posibles daños provenientes de un edificio u otra cosa construida y cercana a los bienes en peligro.

Partes: Muro, María Paz y otro c/ Consorcio de Propietarios Jorge Newbery 2843, CABA y otro s/ Denuncia de daño temido. Cámara Nacional Civil, Sala de Feria